El Informe sobre la situación mundial de la respuesta de salud pública a la demencia, publicado recientemente por la Organización Mundial de la Salud, pone de manifiesto una realidad muy dura: no estamos abordando el desafío de la demencia. Hoy, mientras que más de 55 millones de personas viven con demencia (8,1% de las mujeres y 5,4% de los hombres mayores de 65 años) , y se estima que la cifra subirá a 78 millones para 2030, solo una cuarta parte de los países tienen una política, estrategia o plan nacional para apoyar a las personas con demencia y a sus familias.
El documento resalta la necesidad de fortalecer la atención para las personas con demencia: atención primaria de salud, atención especializada, servicios comunitarios, rehabilitación, atención a largo plazo y cuidados paliativos; pero también llama a fortalecer el apoyo para quienes brindan esa atención, ya sea en entornos formales o informales.
Los datos que recopila el informe provienen de las estimaciones mundiales de salud de la OMS 2019 y del estudio Global Burden of Disease 2019, así como del Observatorio Global de Demencia (GDO), donde 62 países han presentado datos. Estos países representan el 76% de las personas de 60 años o más y sus datos dejan ver cuestiones que van desde las políticas nacionales y el diagnóstico, el tratamiento y la atención, hasta el apoyo a los cuidadores y la investigación y la innovación.
Otros datos que destaca el informe:
- 10.3 millones de personas viven con demencia en la región de las Américas.
- El Alzheimer y otros tipos de demencia están entre las primeras veinte causas de muerte entre el año 2000 y 2019, por encima del VIH-Sida, el cáncer de mama o la diabetes.
- 43 países, incluido México, tienen un plan de demencia que puede ser independiente o integrado en otra política o a nivel subnacional. Y un informe de la Alzheimer’s Disease International reporta 7 países más que cuentan con un plan nacional independiente para la demencia, con lo que suman 50 países en total.
- La pandemia actual de covid-19 ha interrumpido la atención de la demencia en los sistemas de salud a nivel mundial, amenazando con reducir el acceso al diagnóstico oportuno y a la atención integral.
La participación y compromiso de todos los sectores es clave para mejorar la vida de las personas con algún tipo de demencia y la de sus familiares. El momento de actuar es ahora.