Si la meta es lograr atención médica universal, los tomadores de decisión deben tomar acciones decididas para conseguirlo
Desde el año 2000, la cantidad de niños que mueren antes de los cinco años ha disminuido casi a la mitad. La esperanza de vida ha llegado a 71 años, una ganancia promedio de cinco años. Más niños que nunca están vacunados y la malaria, la tuberculosis y el VIH / SIDA están en retirada.
Sin embargo, la brecha entre el progreso de algunos indicadores de salud y el potencial que ofrece la medicina tal vez nunca ha sido tan grande como ahora. Al menos la mitad del mundo no tiene acceso a lo que la Organización Mundial de la Salud considera un paquete esencial de salud, incluida la atención prenatal, las mosquiteras tratadas con insecticida, la detección de cáncer de cuello uterino y las vacunas contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Las cirugía básicas, efectuadas de manera segura, están fuera del alcance de 5000 millones de personas.
Quienes pueden ver a un médico a menudo pagan un precio muy elevado. Más de 800 millones de personas gastan más del 10% de su ingreso familiar anual en gastos médicos; casi 180 millones gastan más del 25% y la calidad de lo que obtienen a menudo es lamentable. Un análisis de los resultados logrados en las colsultas que daban algunas clínicas rurales en India y China arrojó que solo entre el 12 y 26% de los pacientes recibió un diagnóstico correcto.
Durante la última semana de abril de 2018, The Economist dedicó un reporte especial a la salud y al objetivo -sensato, asequible y práctico- de que la atención básica universal de salud es posible incluso en los países pobres.
El índice de esta edición especial es el siguiente:
- An affordable necessity: Both in rich and poor countries, universal health care brings huge benefits
- A shifting burden: The epidemiological transition is now spreading to the emerging world
- First things first: The importance of primary care
- A crazy system: Nobody spends enough on mental health
- Kindest cut: It is wrong to see surgery as an expensive luxury
- Land of the free-for-all: America is a health-care outlier in the developed world
- The price of human lives: More and wiser health-care spending could save millions of lives