Las soluciones de salud digital prometen cambiar la forma en la que se prestan los servicios de salud, promoviendo el avance hacia la cobertura universal de salud y transformando la salud de las personas que viven con enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT)
Para combatir las ECNT los sistemas de salud deben transitar:
- De una atención basada en clínicas y hospitales a una atención comunitaria enfocada en el aumento de la capacidad y eficiencia del sistema de salud.
- De una atención episódica y curativa, a una atención continua y de largo plazo, para implementar un enfoque centrado en las personas que facilite un mayor acceso.
- De una atención reactiva a la prevención proactiva, que incluya una gestión de salud con visión de futuro y mayor transparencia.
La salud digital puede contribuir a hacer posibles esos cambios.
Invertir en salud digital para fortalecer los sistemas de salud puede acelerar los esfuerzos para combatir las ECNT. Las tecnologías digitales tienen el potencial de impulsar la innovación en salud en los países de ingresos medios y bajos: las necesidades de salud insatisfechas como resultado de la falta de infraestructura de salud y de personal salud capacitado, aunado a la penetración de dispositivos móvil generalizada y esquemas regulatorios relativamente flexibles, hacen que los países de ingresos medios y bajos sean un terreno fértil para la innovación.
Hasta el momento los resultados son alentadores. En Canadá por ejemplo, se estima que los beneficios acumulados de la inversión en salud digital son alrededor de 16 mil millones de dólares canadienses durante un lapso de nueve años. Para maximizar el impacto de la salud digital sobre las ECNT, con el fin de acelerar la cobertura universal de salud, las soluciones deben ser financieramente sostenibles y escalables. El informe The Promise of Digital Health: Addressing Non-communicable Diseases to Accelerate Universal Health Coverage in LMICs provee recomendaciones, ideas y ejemplos para facilitar la sostenibilidad de la salud digital.