¿Por qué estamos viendo tasas tan asombrosas de infecciones y muertes innecesarias de una enfermedad (sarampión) para la cual tenemos una vacuna segura y efectiva? Es la pregunta con la que Kate Dodson, vicepresidenta de Salud Mundial de la Fundación Naciones Unidas, pretende sacudirnos.
Y no es para menos. En los últimos meses las noticias inundan los titulares con una frase que pensamos nunca volver a escuchar: «nuevos brotes de sarampión». En Asia, Europa, América del Sur y América del Norte se reporta un gran número de casos de una enfermedad que creíamos eliminada. Mientras que un informe de la OMS señala que si bien, desde el año 2000 se han salvado más de 21 millones de vidas gracias a la vacunación contra esta enfermedad, los casos notificados en el mundo aumentaron en más de 30% desde 2016.
Es lamentable saber que estos números son consecuencia de que, en todo el mundo, muchos niños no están recibiendo las vacunas disponibles para prevenir enfermedades, brotes y muertes innecesarias. Ante este panorama, Dodson publicó el documento A Critical Moment to Sustain Support for Immunization, en el que urge a seguir priorizando y apoyando la inmunización, al tiempo que destaca que “invertir en la vacunación como parte del buen funcionamiento de un sistema de salud, es esencial para el desarrollo económico, competitivo, político y la estabilidad social”.
-Debemos recuperar el rumbo-
Kate Dodson apunta que estamos en un momento clave para invertir en vacunación. Detener la ola de brotes de sarampión y otras enfermedades requiere, entre otras cosas, construir sistemas de salud sólidos y lograr la cobertura universal de salud, aumentar los esfuerzos sobre vacunación y contar con indicadores sobre cobertura, innovación para el desarrollo de vacunas, trabajo en equipo para derribar barreras socio culturales que pudieran evitar la inmunización y trabajo en equipo con la comunidad global. Esto último, reflejado en el trabajo de organismos como Global Financing Facility; the Global Fund to Fight AIDS, TB and Malaria; the Global Polio Eradication Initiative (GPEI) y Gavi, the Vaccine Alliance, quienes apoyados por el Banco Mundial, la OMS y UNICEF, deben ser prioridad para gobiernos donantes y socios filantrópicos.