Aspirando a metas mayores: el desarrollo de los modelos de pago por resultados

por Brendan Shaw

 

«Nos emociona ser uno de los muchos clientes del robusto mercado de la órbita terrestre baja,

eso nos permitirá ver reducciones en costos y mejoras en el acceso que no han sido posibles hasta ahora”

Jim Bridenstine, Administrador de la NASA

 

Un ejemplo exitoso, de este año, de compras basadas en resultados es el lanzamiento de la nave espacial SpaceX Dragon, de la empresa de Elon Musk, hacia la Estación Espacial Internacional (EES).

La NASA ha subcontratado el transporte de astronautas entre la tierra y la EES a SpaceX por medio de un esquema de compras basado en resultados para eficientar, en la mayor medida posible, los costos.

Anteriormente la NASA especificaba requisitos técnicos de manera descendente y administraba el hardware. Hoy en día establece requisitos generales y da una amplia flexibilidad a la industria espacial para cumplirlos.

Estas mismas tendencias se han visto ya por varios años en contratos empresariales y gubernamentales en áreas como infraestructura, informática y el sector aeroespacial.

El modelo de ‘Power by the Hour’ de Rolls Royce, en el cual las aerolíneas alquilan los motores y pagan a la empresa por las horas de vuelo en lugar de cubrir los costos de las partes y mantenimiento, se ha vuelto un estándar industrial de compras basadas en resultados en la industria de aviación.

Las mismas tendencias se han ido desarrollando también en el reembolso y compra de medicamentos por parte del sector público y privado. 

La compra de medicamentos basada en resultados implica que los pagos que hacen los financiadores de salud a las empresas farmacéuticas por medicamentos se relacionan con, o dependen de, los resultados de los pacientes.

Experiencia hasta la fecha

La implementación de esta innovación en el acceso a medicamentos es un proceso en marcha. Tras un arranque lento, esta década los modelos de reembolso basados en resultados, o modelos innovadores de acceso, se han vuelto cada vez más comunes en mercados de Estados Unidos (EUA), Europa y Asia. Estos modelos se basan en un rango de posibles resultados sanitarios y económicos para los pacientes y la sociedad en general.

En los Estados Unidos, el número de estos acuerdos ha ido en aumento.

Algunos ejemplos recientes de empresas que han trabajando con estos modelos innovadores de acceso en EUA, son:

  • El acuerdo entre Novartis y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en relación a Kymriah, un tratamiento de terapia genética CAR-T para la leucemia. Se estableció que si los pacientes no responden positivamente en el primer mes del tratamiento, Novartis hará un reembolso a los CDC.
  • El acuerdo entre Amgen en relación a Repatha, su nuevo medicamento de reducción de colesterol, que establece que si un paciente sufre un ataque cardíaco en el transcurso del tratamiento, el pagador será elegible para recibir un reembolso completo del costo del medicamento.
  • El acuerdo entre AstraZeneca y el UPMC, anunciado en enero de 2019, en relación a Brilinta, su medicamento de prevención de ataques cardíacos, donde el pago se vincula con los resultados cardiovasculares de los pacientes de reciente hospitalización por ataque cardíaco o angina inestable.
  • El acuerdo entre Spark Therapeutics y Harvard Pilgrim en relación a su terapia génica para el tratamiento de ciertos tipos de ceguera, en el cual si los pacientes no muestran mejoras significativas a largo plazo, Spark brindará reembolsos a Harvard Pilgrim.

En Europa los modelos de compra y reembolso basados en resultados se han utilizado por varios años y se espera que continúen a la alza.

España, por ejemplo, recientemente introdujo un marco para modelos de pago por resultados y los fondos de salud en Alemania avanzan hacia este modelo.

En el Reino Unido, el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE, por sus siglas en inglés) firmó el año pasado un acuerdo de modelo de pago por resultados para el uso de Rituximab para tratar la nefropatía membranosa, usando datos reales de su unidad de datos observacionales para calcular el pago. NICE también ha anunciado otros acuerdos de ‘pago por cura’ para medicamentos que tratan la hepatitis C y la esclerosis múltiple.

También en Europa, Takeda adoptará una fijación de precios basada en resultados para Alofisel, su terapia celular para la enfermedad de Crohn.

En Australia, tras un arranque lento, los acuerdos de sistemas de entrada basados en resultados comienza a utilizarse desde su introducción, en el 2011, como parte del primer acuerdo público-privado en relación a políticas farmacéuticas de fijación de precios.

¿Por qué adoptar estos modelos?

Por lo general, tanto las empresas como los pagadores han sido cautelosos hacia a la adopción de modelos de pago por resultados, pero estos esquemas son cada vez más comunes.

Los pagadores se interesan en estos nuevos modelos principalmente por la misma razón que la NASA los usa para encargar a SpaceX el transporte a sus astronautas a la EES. Es decir: porque puede ser más eficiente, llevar a mejores resultados y reducir los riesgos para el pagador.

Bajo estos esquemas el pagador solamente paga a la empresa cuando el medicamento funciona, por ejemplo si el paciente responde de manera positiva al tratamiento.

Cuando el paciente no responde positivamente, la empresa no recibe el pago, o debe reembolsar parte de los ingresos a los pacientes que no se beneficiaron del tratamiento.

En ambos casos, el pagador especifica el resultado que desea como cliente y el sector privado asume la responsabilidad de prestar el servicio que el cliente pide.  Esto impulsa a las empresas a innovar y desarrollar nuevos productos, servicios y modelos de precios.

Aunque existen variaciones, el contrato con base en resultados típicamente establece un modelo de pago vinculado a un mecanismo administrativo para juzgar los resultados y así evaluar el medicamento. Estos acuerdos pueden también ofrecer a los pagadores un mayor nivel de previsibilidad. Por otro lado, los costos de las terapias dirigidas especializadas en pacientes que no responden al tratamiento se vuelven más significativos para los pagadores, de ahí que los modelos de pagos por resultados se vuelven más atractivos. Estos modelos pueden significar importantes ahorros para los pagadores y trasladar a la empresa farmaceútica el riesgo de que un medicamento no funcione.  PhRMA, la asociación de industrias farmacéuticas estadounidense, identificó que un plan basado en resultados ahorró a los pacientes 28% del costo, comparado con los planes normales de cobertura médica.

Estos esquemas también pueden ayudar a los pacientes a conseguir acceso más rápido a nuevos medicamentos en áreas de alta necesidad. Por lo general, estos acuerdos se han utilizado en medicamentos que cubren una alta necesidad clínica y donde el impacto presupuestal es significativo. Este tipo de acuerdos ayudan a la industria farmaceútica a enfocar su estrategia en la meta real de los sistemas de salud: tratar al paciente y no en contar la cantidad de medicamentos vendidos. Para los pacientes, el beneficio es que los medicamentos pueden ser financiados y por lo tanto ser incluidos más pronto en la lista de insumos médicos cubiertos por el pagador.

Problemas de implementación

No todo fluye fácilmente a la hora de introducir modelos de pago por resultados. Algunos retos derivan de problemas en los sistemas de políticas públicas y procesos con los que se hacen los acuerdos.

Por ejemplo, en países como Estados Unidos, los reembolsos y descuentos puede desencadenar reducciones de precio, lo cual reduce el entusiasmo de las empresas en participar en estos esquemas. Otro problema es que hay quienes esperan que estos modelos sean la panacea para un debate sobre el precio de medicamentos, cuando en realidad no lo son. Las empresas y los pagadores aún tienen que debatir sobre el precio inicial de cada medicamento. La realidad es simplemente que con esquemas de pagos por resultados, el pagador tiene mayor certeza de lo que está pagando.

También existen problemas por la complejidad de la implementación y el manejo de estos modelos de pago. Los acuerdos de pago por resultados entre las empresas y los pagadores son complejos, y los datos requeridos para monitorear factores, como el impacto real en pacientes con el paso del tiempo, pueden ser un reto.

Recibir los datos necesarios para administrar estos modelos de pago de manera correcta y eficaz ha sido históricamente difícil, pero eso comienza a cambiar. Los desarrollos en la capacidad computacional, los datos de sistema de salud, los registros médicos electrónicos, la analítica y la inteligencia artificial comienzan a resolver algunos de estos problemas.

Por otro lado, está el problema de la postura de los pagadores.

Durante mucho tiempo los pagadores han tenido la opinión, quizá justificada, que la evidencia de los ensayos clínicos aleatorizados clásicos ha sido más rigurosa que los datos reales recopilados por los sistemas de salud una vez que el medicamento sale al mercado y se encuentra en uso.

Puede que esto haya sido cierto en el pasado, pero los datos reales están ganando aceptación rápidamente en el espacio normativo para nuevas aprobaciones y así se han ido ganando la aceptación de los pagadores.

Por último, para que estos modelos de pago sean exitosos es importante que haya confianza entre los distintos actores. La confianza no es tan tangible o concreta como la evidencia, los datos o las declaraciones normativas, pero es esencial.

Si los pagadores no confían que las empresas cumplirán con los resultados prometidos, o las empresas no confían en que los pagadores respetaran los acuerdos de pago, no conseguiremos pasar de las palabras a la acción con estos modelos innovadores de pago y financiación.

La importancia del entorno normativo

En estos planes de pago y reembolso es vital que las políticas, los sistemas y los acuerdos estén bien diseñados para asegurar que existan los incentivos y controles correctos para todos los actores.

Si los pagadores y las empresas no tienen una buena relación o hay factores que nublan la operación del sistema, no importa cuánto andamiaje proteja un acuerdo; éste puede enfrentar problemas.

En el contexto australiano, por ejemplo, el arranque tentativo del uso de modelos de pago por resultados se debió en parte a la dificultad de llegar a un acuerdo público-privado sobre el marco para establecer cómo las empresas y los pagadores deben colaborar para desarrollar estos contratos.

Por otro lado está el ejemplo reciente, en EUA, en el cual la CDC canceló su acuerdo de pago por resultados con Novartis en relación a la terapia CAR-T para Kymera. Este caso, debido posiblemente a factores políticos externos, muestra la importancia de tener apoyo para estos modelos en el ámbito político y regulatorio.

Con un mejor diálogo entre empresas y pagadores es posible que ambos alcancen nuevas metas en innovación para brindar mejores resultados a los pacientes.

Estos esquemas pueden ofrecer mayor previsibilidad, eficiencia y ahorros a los pagadores; dar a las empresas la oportunidad de brindar nuevos medicamentos, obteniendo los rendimientos necesarios. Y, más importante aún, los pacientes ganan pues reciben acceso temprano a nuevos medicamentos que ponen énfasis en sus necesidades.

Vale la pena aspirar a este resultado.

 

 

*Brendan Shaw es Consultor Principal en Shawview Consulting y Profesor Adjunto en Gestión Farmacéutica en la Universidad de Nueva Gales del Sur

 

Este artículo fue publicado originalmente en PharmaBoardroom.com