El descubrimiento y la introducción de antibióticos en la década de 1940 transformó la medicina moderna y permitió un enorme progreso en la atención médica y la esperanza de vida. Hoy, este progreso se ve amenazado por una crisis de salud en aumento: la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
El informe de 2017 del Grupo del Banco Mundial sobre infecciones resistentes a los medicamentos estima que, a menos que se tomen medidas, la resistencia a los antimicrobianos a nivel mundial podría cobrar 10 millones de vidas al año para 2050, un número de víctimas más alto que el del cáncer. Si no abordamos la crisis, muchos avances médicos modernos que dependen de los antibióticos, como la cirugía de rutina, la terapia contra el cáncer y el tratamiento de enfermedades crónicas, pueden verse comprometidos.
Para no perder el progreso logrado, la industria de investigación biofarmacéutica está trabajando para desarrollar tratamientos nuevos y efectivos para combatir la RAM. Hoy día hay cerca de 90 medicamentos en desarrollo contra infecciones resistentes a los medicamentos.
Ahora más que nunca, necesitamos una sólida cartera de tratamientos y diversa para gestionar la creciente amenaza de la RAM y garantizar que ingresen al mercado más medicamentos. Desafortunadamente, varios obstáculos, incluido el tiempo necesario para investigar y desarrollar nuevos tratamientos y la falta de incentivos, se interponen en el camino de la innovación necesaria.