El 27 de febrero, durante la toma de protesta como nuevo presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín se comprometió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a trabajar en unidad para acabar con la pobreza extrema en seis años y “obsesionarse” por incrementar la inversión.
Para ambos objetivos, junto con el combate a la corrupción, la industria farmacéutica será un incansable aliado.