Basada en los resultados de un programa piloto en curso que ha llegado a más de 800 mil niños en Ghana, Kenia Y Malawi, la Organización Mundial de la Salud emitió su recomendación para el uso generalizado de la vacuna contra la malaria RTS, S / AS01 (RTS, S) entre los niños del África subsahariana y otras regiones con transmisión de moderada a alta.
La aplicación de esta vacuna que actúa contra el parásito Plasmodium falciparum, que se estima causó el 99.7% de los casos de malaria en la Región de África en 2018 y que es transmitido por la picadura de mosquitos hembra del género Anopheles, deberá ser en un esquema de cuatro dosis en niños a partir de los 5 meses de edad y se espera que se sume a las herramientas disponibles para luchar contra esta enfermedad que es prevenible y curable.
Los programas piloto luego de dos años de aplicación de esta vacuna mostraron que:
- Su entrega es factible.- Su introducción salva vidas y mejora la salud con una cobertura equitativa a través de sistemas de inmunización de rutina.
- Llega a las personas que no se han alcanzado.- Los programas piloto mostraron que más de dos tercios de los niños que no duermen bajo un mosquitero se benefician de la vacuna RTS,S.
- Su perfil de seguridad es favorable.- Se han administrado más de 2,3 millones de dosis en 3 países africanos con un perfil de seguridad favorable.
- Tiene alto impacto en entornos de vacunación infantil de la vida real.- Con la vacuna se ha reducido hasta en 30% la malaria mortal grave, incluso cuando se usa en áreas donde los mosquiteros tratados con insecticida se utilizan ampliamente y hay acceso a diagnóstico y tratamiento.
En un momento en el que la malaria sigue siendo una amenaza para la salud y la vida de más de 200 millones de personas, la mayoría en la Región de África, esta recomendación representa una esperanza. Ya en 2015 la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió una opinión positiva para la vacuna, convirtiéndose en la primera para malaria evaluada por una agencia regulatoria.