La Asociación de Mujeres Investigadoras & Tecnólogas (AMIT) de España lanzó la campaña #NoMoreMatildas, que busca recuperar el papel que las mujeres han tenido en el desarrollo de la ciencia (STEM: Science, technology, engineering, mathematics), llevándolas a los libros de texto para que, con su ejemplo, hallazgos y aportaciones, despierten la vocación científica de todas esas niñas a las que hasta hoy, se les ha hecho pensar que la ciencia es cosa de hombres.
Han elegido el nombre de Matilda por Matilda Joslyn Gage (1826-1898), una activista, luchadora del sufragio femenino, libre pensadora y autora prolífica. En 1993, la historiadora Margaret W. Rossiter acuñó el término «efecto Matilda«, en honor a Gage, para identificar aquella situación en la que las mujeres científicas reciben menos crédito y reconocimiento por su trabajo científico.
Para AMIT la poca presencia de mujeres en las carreras STEM se debe, en parte, a la falta de referentes que fomenten la vocación científica en niñas y adolescentes. El talento no tiene género y prescindir del que podrían desarrollar las mujeres por falta de espejos en los que verse reflejados es una herencia cultura que no podemos seguir permitiéndonos.
Pero nunca es tarde para inspirar y, como un primer paso, proponen un anexo al libro de quinto año de la escuela primaria
Si hiciéramos un anexo tropicalizado para México, ¿qué nombres podrían?